viernes, 9 de abril de 2010

Versando sobre la coliflor y nata

Lo prometido es deuda,
y el verso apremia,
la asonancia no te la asegura
la pianista alasquiana
que teme a la tenia.

¿Cómo te conocí?

Rodeada de gays sin camiseta,
bailando, y yo enseñando las tetas;
y tu pensando, ¿y ahora qué hago?

¿Quién nos presentó?

Una personaja que,
podríamos denominar, abeja,
por eso de ir de flor en flor,
y que pena, que dió con una coliflor,
como tú y como yo...

¿Cómo es que perduró lo que tan frívolamente empezó?

Con un poco de maña o despiste,
tu palestina se quedó en mi pescuezo al despedirte,
y sin más remedio, al día siguiente ¡oh!
¡¡¡pero si esta chica parece que nectar no solo busca!!!

Ahora recuerdo ese día y sonrio,
porque la vida a veces nos sonrie así,
muy grande, enseñando todos los dientes,
como presumiendo que le han quitado el aparato.

Hoy te hecho un poco de menos,
¡Ay de mi muhé!
...que se ha echao novia,
pa encima sevillana la illa.

Si es que con tu berborrea engatusas
a quien tu quieras...

Arquitecta de palabras y consejos sabios,
vividora compulsiva,
arrojada, ¡sabe Dios!
que el futuro es incierto
pero Batiatto pervivirá,
la cerveza, los compases, las palestinas...
... y las conversaciones trasnochadas.

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