jueves, 15 de abril de 2010

La fórmula de la felicidad

Si quieres ser feliz un día,
embriágate;
Si quieres ser feliz un año,
cásate;
Siquieres ser feliz toda la vida,
cultiva un huerto.



El futuro no me preocupa, sólo me ocupa el presente,
regar las plantas de vez en cuando, y no olvidarme de hechar las lentejas a remojo.

No tengo miedo de lo que vendrá, de las salidas, de acabar la carrera y colocarme -para colocarme me fumo un porro, já!- de la crisis, y de el déficit del Estado.

Temo no reconocer un dragón en una nube, olvidarme del sabor de las cerezas maduras, o no sentir un escalofrío al escuchar a Mercury...

Mi padre siempre me dice que ver cómo siembras semillas y crecen solo con agua, tierra y luz, es mágico, y que él no necesita más para estar contento.

Todavía no estoy tan elevada espiritualmente como mi papá, pero creo que cada vez sé más lo quiero y lo que no, lo que lleva a algo y lo que te encierra en la nada.

Por ahora, hoy estoy muy feliz.

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